Historia Argentina: EL CHE REVOLUCIONARIO

domingo, 17 de agosto de 2008

EL CHE REVOLUCIONARIO

La Revolución Cubana

El 10 de marzo de 1952 un golpe de Estado dirigido por el general Fulgencio Batista había derrocado al presidente democrático Carlos Prío Socarrás, del Partido Auténtico, en un marco internacional que transitaba los primeros momentos de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Batista instaló una sangrienta dictadura con el argumento de combatir al comunismo. Sin embargo el escandaloso nivel de corrupción y violación de derechos humanos llevó a la conformación de una oposición generalizada partidaria de la insurrección para desalojar del poder a Batista, del que participaron los partidos políticos de oposición, los sindicatos, el movimiento estudiantil, e incluso sectores del empresariado, los terratenientes, las fuerzas armadas y el propio gobierno de los Estados Unidos, que llegó incluso a cortarle el suministro de armas. El mismo presidente depuesto, Carlos Prío Socarrás, expresaba ese clima revolucionario diciendo: «triunfaré por cualquier medio, incluso el más extremo».

En ese contexto actuaría el Movimiento 26 de Julio, una evolución revolucionaria del Partido Ortodoxo, de ideología básicamente nacionalista-anticomunista, buscando en todo momento articular sus fuerzas con otros sectores opositores, con el proyecto de establecer un gobierno democrático nacionalista. Tanto el ex presidente Carlos Prío Socarrás del Partido Auténtico, como la CIA, apoyaron económicamente a la guerrilla castrista en sus primeros años. Mientras tanto, Fidel Castro —que había sido un destacado dirigente juvenil del otro partido importante, el Partido Ortodoxo y que se había vuelto célebre por la toma del Cuartel Moncada en 1952— proclamaba abiertamente sostener una posición anticomunista. Por su parte, pese a mantener relaciones estrechas con Fidel Castro y la guerrilla en Sierra Maestra, el Partido Socialista Popular (comunista) criticó la experiencia guerrillera atribuyéndole una intención puramente aventurera golpista. Finalmente, varias fuerzas políticas tenían por entonces organizaciones armadas además del Movimiento 26 de Julio, como el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, el Partido Socialista Popular y el Segundo Frente Nacional del Escambray.

La prensa y la opinión pública estadounidense brindaron una gran cobertura y demostraron una gran simpatía por Fidel Castro y sus guerrilleros en Sierra Maestra, legitimando el movimiento armado y brindando una difusión de los motivos y acciones de la guerrilla que el Movimiento 26 de Julio nunca hubiera podido conseguir en las condiciones de censura y represión que dominaban en Cuba.

El desastre de la llegada a Cuba

El 25 de noviembre de 1956 un grupo de 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio que se habían entrenado en México se embarcaron rumbo a Cuba en el yate Granma (equivalente a "Abu" en inglés, apócope de "grandmother", abuela). Dirigidos por Fidel Castro, en el grupo se encontraban también Raúl Castro y el Che Guevara entre otros.

La travesía duró siete días, dos más de lo planeado, debido a lo cual el grupo que iba a apoyar su llegada a Cuba ya se había retirado. Antes del amanecer del 2 de diciembre el yate encalló en la costa sudoccidental, cerca de la playa de Las Coloradas, en el Golfo de Guacanayabo, por lo que los rebeldes debieron dejar la mayor parte de las municiones, alimentos y medicinas en el barco.

Tres días después, cuando aún trataban de organizarse, el grupo fue emboscado por el ejército en Alegría de Pío. La mayor parte del grupo murió en el combate, fueron ejecutados o detenidos. El resto se dispersó y recién volvió a reunirse en Sierra Maestra el 21 de diciembre. Guevara fue herido superficialmente en el cuello y cayó en una especie de sopor del que fue sacado por Juan Almeida Bosque, para reorganizar un grupo de ocho hombres en situación desesperada por el hambre, la sed y la persecución del ejército.

La cantidad exacta de sobrevivientes se desconoce. Aunque la historia oficial habla de "doce", se sabe que en Sierra Maestra se reunieron al menos 20 guerrilleros de los 82 que llegaron en el Granma (El DOCE es en alusión histórica a Yara, Oriente de Cuba, donde días después del inicio de la revolución de octubre del 1868, la tropa comandada por Carlos Manuel de Céspedes tropezó con un muy bien entrenado destacamento colonialista y fueron derrotados. Cuenta la tradición oral que al quedarse solo Céspedes con un puñado de patriotas, un desalentado le insinuó la rendición. "Aún quedamos doce hombres —replicó Carlos Manuel—, bastan para hacer la Independencia de Cuba". ).

En esa oportunidad el Che Guevara fue severamente reprendido por Fidel Castro debido a la pérdida de las armas, que habían sido escondidas por orden de aquél en la casa de un campesino luego allanada por el ejército. Como símbolo de degradación Castro le quitó la pistola al Che. Años después recordaría que "la «amarga recriminación» de Fidel siguió «grabada en mi mente por el resto de la campaña y hasta el día de hoy»".

La debacle del desembarco fue noticia de primera plana y en la lista de muertos dada por el gobierno aparecían los dos hermanos Castro y Ernesto Guevara, afectando hondamente a su familia. Sin embargo el último día del año recibieron una nota manuscrita suya, con sello del correo cubano, que decía:

Queridos viejos: Estoy perfectamente, gasté solo 2 y me quedan cinco. Sigo trabajando en lo mismo, las noticias son esporádicas y lo seguirán siendo, pero confíen en que Dios sea argentino. Un gran abrazo a todos, Teté.

Sierra Maestra

Sierra Maestra es un cordón montañoso alargado ubicado sobre la costa en el extremo sudeste de la isla de Cuba, a poco más de 800 km de su capital, La Habana, ubicada en el otro extremo. Su punto más alto es el pico Turquino (1974 m), ubicado aproximadamente en el centro. Mide 250 km de largo por 60 km de ancho. Por el extremo oriental de la cadena las últimas estribaciones conectan con la ciudad de Santiago de Cuba en tanto que por parte central conecta al norte con la ciudad de Bayamo. En los años 50 la región estaba totalmente cubierta de selva tropical, densa y húmeda. Se trataba de una zona marginal, habitada por unos 60.000 campesinos, llamados guajiros en Cuba, dedicados a la agricultura de supervivencia en tierras de posesión precarias, y también por bandoleros, contrabandistas, fugitivos y terratenientes que imponían su poder a punta de pistola. Actualmente la zona contiene varios parques nacionales.

El precario comienzo

Una vez establecido el grupo guerrillero en Sierra Maestra el Movimiento 26 de Julio se organizó en todo el país con el fin de apoyar a la guerrilla en la sierra, mientras que en las ciudades del llano buscaban establecer alianzas con otros partidos opositores, los sindicatos, el movimiento estudiantil y la propia embajada de los Estados Unidos. La existencia de dos sectores en el Movimiento 26 de Julio, denominados "el llano y la sierra", y las tensiones que irían apareciendo entre ambos, serían muy importantes en el futuro. Entre los dirigentes más importantes que actuaban en el llano se encontraban Frank País, Vilma Espín, Celia Sánchez, Faustino Pérez, Carlos Franqui, Haydee Santa María, Armando Hart, René Ramos Latour (Daniel), mayoritariamente demócratas anticomunistas.

En Sierra Maestra, el Che Guevara actuó como médico y combatiente. A pesar de sufrir de fuertes ataques de asma en un país que por su clima tiene uno de los porcentajes más altos de asma del mundo, rápidamente se destacó por su valor temerario, su visión táctica y la capacidad de mando.

Guevara también impuso su personalidad al mostrarse estricto frente a los actos de indisciplina, de traición y criminales, no solo en la propia tropa, sino también con respecto a los soldados enemigos y a los campesinos que habitaban la zona. Esta faceta se hizo evidente el 17 de febrero de 1957, cuando descubrieron que uno de los guerrilleros, Eutimio Guerra, era un traidor que había brindado al enemigo la situación del grupo, lo que permitió al ejército bombardear su posición en el pico Caracas y luego emboscarlos en los Altos de Espinosa, poniéndolos al borde de la derrota definitiva. Fidel Castro decidió entonces que sería fusilado por traición, pero sin indicar quienes lo ejecutarían. Ante la indecisión general fue el Che Guevara quien lo ejecutó disparándole un tiro en la cabeza, demostrando una frialdad y dureza frente a los crímenes en tiempos de guerra que lo harían famoso. Por el contrario, Guevara parece haber actuado con tolerancia frente a los errores de sus propios hombres y los prisioneros enemigos. En varias oportunidades intervino ante Fidel Castro para evitar ejecuciones, así como atendió médicamente a soldados heridos, prohibiendo estrictamente las torturas o el fusilamiento de prisioneros.

Durante los primeros meses de 1957 el pequeño grupo guerrillero se mantuvo precariamente con escaso apoyo de la población rural en la zona, con poca disciplina militar, albergando infiltrados, acosados por una red de espías campesinos (chivatos) y por las tropas del gobierno. Se sucedieron una serie de pequeños combates, como el ataque al destacamento de La Paz (2 soldados muertos), Arroyo del Infierno (3 soldados muertos), el bombardeo aéreo del cerro Caracas (sin bajas), la emboscada de los Altos de Espinosa (1 guerrillero muerto).

A fines de febrero apareció en el New York Times, el periódico más leído de los Estados Unidos, una entrevista a Fidel Castro realizada por Herbert Matthews en Sierra Maestra. El impacto fue enorme y comenzó a generar una gran simpatía hacia los guerrilleros en la opinión pública nacional e internacional. En ese momento, con el fin de estrechar relaciones con los campesinos que habitaban en la Sierra, los guajiros, el grupo guerrillero empezó a ofrecer los servicios médicos del Che Guevara, que comenzó así a ser conocido en la región.

El 28 de abril Fidel Castro logró otro fuerte golpe de efecto: dio una conferencia de prensa para la cadena de radio y televisión norteamericana CBS, en la cima del pico Turquino, la montaña más alta de Cuba.

Para fines de mayo el ejército guerrillero había crecido a 128 combatientes bien armados y entrenados y el 28 de mayo produjo su primera acción de cierta magnitud, el ataque al Cuartel de El Uvero, donde murieron 6 guerrilleros y 14 soldados y hubo gran cantidad de heridos de ambos bandos. Luego del combate Castro tomó la decisión de dejar al Che Guevara a cargo de los heridos para no demorar al grupo principal ante la inminente persecución por parte de las tropas del gobierno. Guevara entonces atendió a todos los heridos, de ambos bandos, y llegó a un acuerdo de caballeros con el médico del cuartel para dejar a los heridos más graves con la condición de que se los respetara al ser detenidos, pacto que fue cumplido por el ejército cubano.

El Che y cuatro hombres (Joel Iglesias, Alejandro Oñate (Cantinflas), «Vilo» Acuña y un guía) debieron entonces hacerse cargo de esconder, proteger y curar a los siete guerrilleros heridos durante cincuenta días. En ese lapso Guevara no solo atendió y mantuvo protegidos a todos, sino que impuso disciplina en el grupo, reclutó nuevos guerrilleros, obtuvo el apoyo decisivo de uno de los mayorales de un gran latifundio de la zona y estableció un sistema de aprovisionamiento y comunicación con la ciudad de Santiago. Cuando volvió a unirse con el resto, el 17 de julio, el Che tenía un pequeño ejército autónomo de 26 combatientes. Para entonces los rebeldes ya habían conseguido liberar un pequeño territorio al oeste del Pico Turquino y 200 hombres disciplinados y confiados. Ese día Fidel Castro decidió formar una segunda columna con 75 hombres, a la que denominaría después Cuarta Columna para generar la sensación de mayor cantidad de tropas. Simultáneamente ascendió al Che Guevara al grado de capitán y cinco días después lo designó comandante de la formación. Hasta ese momento solo Fidel Castro tenía grado de comandante. En lo sucesivo el trato hacia él debía ser de "Comandante Che Guevara".

Comandante de la llamada Cuarta Columna

La Segunda Columna (llamada luego «Cuarta» para confundir al enemigo) estuvo integrada originalmente por cuatro pelotones a cargo de Juan Almeida, Ramiro Valdés, Ciro Redondo y Lalo Sardiñas. Posteriormente se integraría Camilo Cienfuegos, con quien establecería una estrecha amistad, reemplazando a Lalo Sardiñas como su segundo al mando.

Guevara se distinguiría por integrar sus tropas con guajiros y negros, que constituían entonces el sector más marginado del país, en un tiempo que el racismo y la segregación racial aún era una fuerza poderosa, incluso entre los propios miembros del Movimiento 26 de Julio. A los novatos que integraban la columna los bautizó "descamisados", la célebre palabra que Eva Perón utilizaba para dirigirse a los trabajadores argentinos, también despreciados con el término "cabecitas negras". Uno de estos, Enrique Acevedo, un adolescente de quince años a quien Guevara nombró jefe de la Comisión de Disciplina de la columna escribió en sus impresiones en un diario:

Todos lo tratan con gran respeto. Es duro, seco, a veces irónico con algunos. Sus modales son suaves. Al impartir una orden se ve que manda de verdad. Se cumple en el acto.

Lograría, tras algunas batallas y escaramuzas victoriosas (Bueycito, El Hombrito), tomar el control de la zona del Hombrito y establecer una base permanente. Allí construyó un hospital, una panadería, una armería, una zapatería y una talabartería para crear una infraestructura industrial de apoyo. También lanzó el periódico El Cubano Libre. Una de las funciones de la columna del Che fue detectar y ejecutar a los espías e infiltrados, así como imponer el orden en la región, ejecutando a los bandoleros que aprovechaban la situación para asesinar y violar mujeres, muchas veces atribuyéndose la identidad de los propios guerrilleros. La estricta disciplina en la columna comandada por Guevara hizo que varios guerrilleros pidieran su traslado a la otra columna, pero al mismo tiempo su comportamiento justo e igualitario, y la capacitación que impartía a sus hombres, desde la alfabetización hasta literatura política compleja, terminó conformando un grupo fuertemente solidario.

Las tropas del gobierno estaban dirigidas por Ángel Sánchez Mosquera quien implementó una política de guerra sucia en la región. El 29 de noviembre de 1957 atacaron causando dos muertes, entre ellas la de Ciro Redondo. El Che resultó herido (en un pie) al igual que Cantinflas y otros cinco combatientes y la base de El Hombrito quedó completamente destruida. La columna se trasladó entonces al lugar llamado La Mesa, donde volvieron a construir la base con toda su infraestructura y poniendo además en marcha una radio, Radio Rebelde, que empezó a emitir el 24 de febrero de 1958 y aún se encuentra en el aire. (ir a Radio Rebelde)

Al comenzar 1958 Fidel Castro se había convertido en el hombre más solicitado por la prensa internacional y decenas de periodistas de todo el mundo iban a Sierra Maestra a entrevistarlo. Por su parte el Che Guevara se convirtió en el personaje central de la prensa que defendía a Batista. Evelio Lafferte, un teniente del ejército cubano tomado prisionero y que luego pasó a integrar la columna del Che recordaba:

La propaganda contra él (Guevara) era masiva; se decía que era un asesino a sueldo, un criminal patológico..., un mercenario, que prestaba servicios al comunismo internacional... que utilizaban métodos terroristas que socializaban a las mujeres y quitaban a los hijos... Ellos decían que a los soldados que caían prisioneros, los amarraban a un árbol y les abrían el vientre con una bayoneta.

En febrero el ejército sacó a 23 militantes del Movimiento 26 de Junio y los fusilaron en las primeras estribaciones de la sierra, para simular que habían obtenido una victoria contra la guerrilla castrista. El hecho fue un escándalo que desprestigió más al gobierno de Batista. El 16 de febrero el ejército guerrillero atacó el cuartel de Pino del Agua con varias bajas en los dos bandos. Poco después llegó el periodista argentino Jorge Masetti, de tendencia peronista, quien luego sería uno de los fundadores de la agencia de noticias cubana Prensa Latina y el organizador en Salta (Argentina) en 1963 del primer intento guerrillero del Che Guevara fuera de Cuba.

El Che entraría en conflicto con los dirigentes del Movimiento 26 de Julio que actuaban en el llano. Estos lo consideraban un marxista extremista con demasiada influencia sobre Fidel Castro, y aquel los consideraba "derechistas" con una concepción tímida de la lucha y dispuestos a complacer a Estados Unidos.

La ofensiva de Batista y la creación de la Columna Nº 8

El 27 de febrero de 1958 Fidel Castro decidió ampliar las operaciones de la guerrilla creando tres nuevas columnas al mando de Juan Almeida, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos, a quienes designó comandantes. Almeida debía actuar en la zona oriental de Sierra Maestra, Raúl Castro debía abrir un Segundo Frente e instalarse en la Sierra Cristal, al norte de Santiago. En abril Camilo Cienfuegos fue designado jefe militar de la zona comprendida entre la ciudades de Bayamo, Manzanillo y Las Tunas, mientras que Castro establecía su cuartel general en La Plata.

El 3 de mayo se realizó una Reunión en Altos de Mompié del Movimiento 26 de Junio, que resultó clave y en la que fue drásticamente reorganizado para imponer la hegemonía de Fidel Castro y del grupo de la sierra por encima de los integrantes del llano. El Che Guevara, que desempeñó un papel fundamental en la misma escribió en 1964 un artículo refiriéndose al hecho:

Lo más importante es que se analizaban y juzgaban dos concepciones que estuvieron en pugna durante toda la etapa anterior de la guerra. La concepción guerrillera saldría de allí triunfante, consolidado el prestigio y la autoridad de Fidel... Surgía ya una sola capacidad dirigente, la de la Sierra, y concretamente, un dirigente único, un comandante en jefe, Fidel Castro.

Para entonces el ejército de Batista, a las órdenes del general Eulogio Cantillo preparaba una amplia ofensiva sobre los rebeldes. Fidel Castro dispuso entonces que el Che Guevara dejara la Cuarta Columna y se hiciera cargo de la Escuela Militar en Minas del Frío, en la cual se adiestraba a los novatos. Éste recibió la orden con cierto fastidio, pero se puso a organizar febrilmente la retaguardia, construyendo incluso una pista aérea cerca de La Plata. En esos días Camilo Cienfuegos le escribió:

Che. Hermano del alma: Recibí tu nota, veo que Fidel te ha puesto al frente de la Escuela Militar, mucho me alegra pues de ese modo podremos contar en el futuro con soldados de primera, cuando me dijeron que venías a «hacernos el regalo de tu presencia», no me agradó mucho, tú has desempeñado papel principalísimo en esta contienda; si te necesitamos en esta etapa insurreccional más te necesita Cuba cuando la guerra termine por lo tanto bien hace el Gigante en cuidarte. Mucho me gustaría estar siempre a tu lado, fuiste por mucho tiempo mi jefe y siempre lo seguirás siendo. Gracias a ti tengo la oportunidad de ser ahora más útil, haré lo indecible por no hacerte quedar mal. Tu eterno chicharrón. Camilo.

Estando en Minas del Frío el Che se puso de novio y comenzó a convivir con Zoila Rodríguez García, una guajira que vivía en la Sierra Maestra y que, al igual que toda su familia, colaboraba activamente con la guerrilla. En un testimonio posterior, Zoila cuenta de este modo la relación que mantuvieron:

En mí surgió un amor muy grande y muy lindo, me comprometí con él, no sólo como combatiente, sino como mujer. Un día me pidió que le trajera un libro de su mochila; tenía las letras doradas, le pregunté si eran de oro. Le dio gracia la pregunta, se rió y me respondió: «Este libro es de comunismo». Me dio pena preguntarle qué quería decir «comunismo», porque esa palabra nunca la había escuchado.

El 6 de mayo comenzó la ofensiva. El ejército contaba con 10.000 hombres, de los cuales dos terceras partes eran conscriptos. El plan era desgastar a los guerrilleros, que entonces contaban con 280 hombres y algunas mujeres, con bombardeos masivos de napalm y explosivos para ir rodeándolos en un círculo cada vez más estrecho.

Durante las primeras semanas de la ofensiva las fuerzas del gobierno estuvieron a punto de derrotar a la guerrilla, que sufrió grandes pérdidas y desorganización en sus filas, mientras aumentaba el espíritu de derrota y las deserciones. Por su parte Guevara organizó con los reclutas de la escuela de Minas del Frío una nueva columna, que llevó el número Ocho y el nombre de Ciro Redondo en homenaje a uno de sus lugartenientes caído en combate el año anterior. Cuando Raúl Castro, que se encontraba en Sierra Cristal, secuestró el 26 de junio por su propia iniciativa a 49 estadounidenses, el Che criticó su conducta como "peligroso extremismo".

Sin embargo las tropas gubernamentales fueron incapaces de acorralar a los guerrilleros, que se escurrían permanentemente, y para julio los rebeldes comenzaron a recuperar la ofensiva. El 20 de julio obtuvieron su primera gran victoria en Jigüe y el mismo día la mayor parte de las fuerzas opositoras firmó el Pacto de Caracas, reconociendo a Fidel Castro como comandante en jefe.

El 28 de julio la columna al mando del Che sitió a las tropas del gobierno en Las Vegas, que huyeron abandonando la posición. El 30 de julio murió en combate René Ramos Latour, principal adversario del Che Guevara en el Movimiento 26 de Julio, quien sin embargo escribió en su diario:

Profundas divergencias ideológicas me separaban de René Ramos y éramos enemigos políticos, pero supo morir cumpliendo con su deber, en la primera línea y quien muere así es porque siente un impulso interior que yo le negara y que en esta hora rectifico.

El 7 de agosto de 1958 el ejército inició su retirada en masa de la Sierra Maestra. La debilidad de Batista se hizo evidente y Fidel Castro decidió entonces expandir la guerra al resto de Cuba. El Che Guevara y Camilo Cienfuegos debían marchar al norte para dividir la isla en dos y preparar el ataque a la estratégica ciudad de Santa Clara, llave del camino a La Habana, mientras que Fidel y Raúl Castro permanecerían en el Oriente para controlar la región y atacar finalmente Santiago de Cuba.

El 31 de agosto de 1958 las columnas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos partieron a pie hacia el Occidente cubano. Tardaron seis semanas en llegar a la zona montañosa del Escambray, en la antigua provincia de Las Villas, integrada por las actuales provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos, en el centro de la isla, luego de atravesar unos 600 km de zonas pantanosas, acosados por los aviones y pelotones del gobierno.

Guevara instalaría su campamento en Caballete de Casas, una meseta inaccesible ubicada a 630 metros de altura, en el actual municipio de Sancti Spíritus. Allí creó una escuela militar siguiendo el modelo utilizado en Sierra Maestra para entrenar nuevos voluntarios, así como una central hidroeléctrica, un hospital, diversos talleres y fábricas y un periódico: El Miliciano. En la zona actuaban otras fuerzas guerrilleras, como el Segundo Frente Nacional del Escambray dirigido por el español Eloy Gutiérrez Menoyo, el Directorio Revolucionario dirigido por Faure Chomón y Rolando Cubela, y el Partido Socialista Popular (comunista). También actuaban las fuerzas guerrilleras y políticas locales del Movimiento 26 de Julio cuyo principal dirigente era Enrique Oltuski. En general estas fuerzas mantenían rencillas entre si y la unificación plena nunca fue posible. En ese tiempo, El Che también conocería a Aleida March, una activa militante del Movimiento 26 de Julio de ideas anticomunistas, que se convertiría en su segunda esposa en 1959 y con quien tendría cuatro hijos.

El 3 de noviembre de 1958 Batista realizó elecciones para intentar atenuar la oposición generalizada y producir una salida electoral que aislara a los grupos guerrilleros. Estos y los grupos de oposición sabotearon las elecciones que registraron una bajísima participación, deslegitimando completamente al candidato que resultó electo, Andrés Rivero Agüero, que nunca llegó a asumir.

En Las Villas el Che Guevara terminó de dar forma a la Columna Ocho ubicando en los puestos clave a los hombres en los que más confiaba, la mayoría provenientes de los sectores más humildes. Entre ellos se destacaban los hombres de su escolta Juan Alberto Castellanos, Hermes Peña, Carlos Coello (Tuma), Leonardo Tamayo (Urbano) y Harry Villegas (Pombo). También estaban ya entonces bajo su mando soldados que compondrían su grupo más íntimo, como Joel Iglesias, Roberto Rodríguez (el Vaquerito), Juan Vitalio Acuna (Vilo), Orlando Pantoja (Olo), Eliseo Reyes, Manuel Hernández Osorio, Jesús Suárez Gayol (el Rubio), Orlando Borrego. Muchos de esos hombres compondrían el famoso Pelotón Suicida al mando de «El Vaquerito», integrado por voluntarios y encargado de las misiones más difíciles.

A fines de noviembre las tropas del gobierno atacaron la posición del Che Guevara y Camilo Cienfuegos. Los combates duraron una semana, al final de la cual el ejército de Batista se retiró desordenadamente y con grandes pérdidas de hombres y equipos. Guevara y Cienfuegos contraatacaron entonces, siguiendo una estrategia de aislamiento de las guarniciones del gobierno entre sí, dinamitando los caminos y puentes ferroviarios. En los días siguientes los regimientos fueron capitulando uno a uno: Fomento, Guayos, Cabaiguán (donde el Che se fracturó el codo por lo que fue entablillado y su brazo puesto en cabestrillo), Placetas, Sancti Spíritus.

Luego, la columna de Cienfuegos se dirigió a tomar Yaguajay, en una importante batalla que se extendió desde el 21 hasta el 31 de diciembre, mientras que Guevara tomaba Remedios y el puerto de Caibarién el 26 de diciembre y al día siguiente el cuartel de Camajuaní, donde las tropas del gobierno huyeron sin combatir.

Quedó así libre el camino para atacar Santa Clara, cuarta ciudad de Cuba y último bastión del gobierno antes de La Habana. Batista fortificó Santa Clara enviando 2.000 soldados y un tren blindado, a las ordenes del oficial más capacitado a su disposición, el coronel Joaquín Casillas. En total las fuerzas del gobierno sumaban 3.500 soldados para hacer frente a 350 guerrilleros. El 28 de diciembre comenzó el ataque. La batalla fue sangrienta y se extendió durante tres días por toda la ciudad. Allí murió uno de los hombres más destacados de la Columna Ocho, Roberto Rodríguez «el Vaquerito». Guevara había establecido que la prioridad de la batalla era el tren blindado, el que fue finalmente tomado el 29 de diciembre por la tarde.

La toma del tren blindado fue el hecho desencadenante de la caída de Batista. Conocida la noticia, el dictador tomó la decisión de huir de Cuba, lo que hizo pocas horas después, a las tres de la mañana del 1 de enero de 1959, con su familiares, y varios funcionarios, entre ellos el presidente electo Andrés Rivero Agüero y su hermano que era el alcalde de La Habana.

Entretanto las fuerzas rebeldes triunfantes en toda la isla, entre ellas las tropas de Guevara procedían a detener a miembros de la dictadura de Batista y fusilar a aquellos considerados como criminales de guerra en juicios sumarísimos. En Santa Clara el Che Guevara dio la orden de fusilar al jefe de policía, Cornelio Rojas, entre otros detenidos. El coronel Joaquín Casillas, quien había sido condenado en 1948 por asesinar al sindicalista Jesús Menéndez y luego dejado en libertad, fue detenido y también resultó muerto. La versión oficial indica que Casillas fue muerto mientras intentaba fugarse, pero es altamente probable que fuera fusilado por orden del Che Guevara.

Siguiendo órdenes de Fidel Castro, las columnas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos se dirigieron entonces a La Habana a ocupar los cuarteles de Columbia y La Cabaña, lo que hicieron los días 2 y 3 de enero de 1959, respectivamente.

El gobierno

Primeros meses de 1959

Una vez tomado el poder, la oposición formó un nuevo gobierno. El Presidente fue Manuel Urrutia Lleó y el Primer Ministro José Miró Cardona. Los ministros fueron Regino Boti (Economía), Rufo López Fresquet (Hacienda), Roberto Agramonte (Relaciones Exteriores), Armando Hart (Educación), Enrique Oltuski (Comunicaciones), Luis Orlando Rodríguez (Interior), Osvaldo Dorticós Torrado (Leyes Revolucionarias) y Faustino Pérez (Recuperación de Propiedad Adquirida Ilegalmente). Fidel Castro permanecía como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Se trataba de un gobierno moderado y pronunciadamente anticomunista. Inicialmente el Comandante Ernesto Guevara fue designado jefe de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, pero luego desempeñó diversas funciones claves, entre ellas Director del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Ministro de Industria y presidente del Banco Nacional, además de representar internacionalmente a Cuba en varias ocasiones entre las que se destacan las que llevaron a la firma de los acuerdos comerciales y militares con la Unión Soviética.

Ernesto Guevara también tomó parte del grupo compuesto por Antonio Núñez Jiménez, Pedro Miret, Alfredo Guevara, Vilma Espin, Oscar Pino Santos y Segundo Ceballos, que operaba desde los inicios de la revolución en el máximo secreto, a espaldas del gobierno excluyendo Fidel Castro. Este grupo se reunía todas las noches en la casa que habitó Guevara en Tarará, un balneario cercano a La Habana. El grupo funcionaba bajo la supervisión de Fidel Castro y tenía como fin elaborar y definir leyes claves, como la de reforma agraria y creación del INRA, actuando como un verdadero gobierno paralelo.

Una de la primeras decisiones del nuevo gobierno, fueron los juicios revolucionarios como parte del proceso conocido como Comisión Depuradora contra personas consideradas criminales de guerra o muy asociadas con el régimen de Batista, y más adelante nuevos opositores como el Comandante del Segundo Frente Nacional del Escambray, Jesús Carreras Zayas, acusado de apoyar una rebelión en 1960. Entre enero y abril de 1959, alrededor de mil fueron denunciados y juzgados por medio de juicios sumarísimos de los cuales 550 fueron fusilados. Ernesto Guevara en su condición de jefe de La Cabaña durante los primeros meses de la revolución, tuvo a su cargo los juicios y ejecución contra los detenidos en la fortaleza. La opinión personal de Guevara sobre los fusilamientos fue expuesta públicamente ante las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1964:

Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida y también tienen que saber los gusanos cuál es el resultado de la batalla perdida hoy en Cuba. Para tal fin Guevara estableció un sistema judicial con tribunales de primera instancia y un tribunal de apelación bajo su presidencia, que desarrollaron su actuación en audiencias públicas, con fiscales acusadores, abogados defensores y testigos. La legitimidad de los juicios revolucionarios y los fusilamientos por el gobierno cubano son objeto de intensos debates que oponen frontalmente a quienes simpatizan con la Revolución Cubana de aquellos que se le oponen.

El 7 de febrero de 1959 el gobierno sancionó una nueva Constitución que incluía un artículo especialmente redactado para el Che Guevara, otorgando la ciudadanía a cualquier extranjero que hubiera combatido a Batista durante dos años o más y ejercido el cargo de comandante durante un año. Pocos días después el presidente Urrutia declaró a Ernesto Guevara como ciudadano cubano de nacimiento.

En los meses posteriores a la toma del poder, los sectores más moderados del gobierno fueron siendo desplazados por los sectores más radicales, entre los que se encontraba el Che Guevara como una de sus figuras más destacadas. A partir de su experiencia en la caída del gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala el Che Guevara estaba convencido que Estados Unidos no permitiría las reformas económicas y sociales que proponía la revolución, y que en caso de no poder neutralizarlas a través de los funcionarios conservadores en el gobierno, impulsaría medidas cada vez más agresivas llegando incluso a la invasión en caso de ser necesario. Por esa razón Guevara era partidario no solo de depurar el ejército y el gobierno de elementos conservadores, sino de radicalizar la revolución para instalar un sistema socialista, prepararse para una confrontación abierta con Estados Unidos, buscar el apoyo de la Unión Soviética y abrir nuevos focos guerrilleros en América Latina para realizar una revolución de alcance continental. En ese sentido, su influencia en el camino que finalmente siguió la Revolución Cubana, fue notable.

Un ejemplo de la influencia del Che Guevara en la Revolución Cubana ha sido puesto de manifiesto por el hijo de Anastas Mikoyan, Viceprimer ministro soviético que acompañó a su padre en la visita que este hizo a Cuba en 1960, al relatar el siguiente diálogo entre Fidel Castro y Ernesto Guevara:

Ellos (por Castro y Guevara) dijeron que sólo podían sobrevivir con la ayuda soviética y tendrían que esconder esto de los capitalistas en Cuba... Fidel dijo: «Tendremos que sobrellevar estas condiciones en Cuba por cinco a diez años.» Entonces el Che lo interrumpió: «Si no lo haces en dos o tres años estás acabado.»

Antes de desempeñar un cargo formal Guevara participó activamente en la elaboración de la ley de reforma agraria y la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), impulsando la versión más radical de la misma, que prohibía absolutamente el latifundio y dejaba sin efecto el requisito constitucional de la indemnización previa. El Che Guevara pensaba que existía un vínculo inseparable entre la reforma agraria y la guerrilla y decía lo siguiente:

El guerrillero es, fundamentalmente, y antes que nada, un revolucionario agrario. Interpreta los deseos de la gran masa campesina de ser dueña de la tierra, dueña de los medios de producción, de sus animales, de todo aquello por lo que ha luchado durante años, de lo que constituye su vida y constituirá también su cementerio... Este Movimiento no inventó la Reforma Agraria. La llevará a cabo. La llevará a cabo integramente hasta que no quede campesino sin tierra, ni tierra sin trabajar.

Simultáneamente los periodistas Jorge Masetti y Carlos María Gutiérrez le propusieron al Che Guevara crear una agencia noticiosa independiente de las grandes agencias internacionales, tomando como modelo la Agencia Latina de Noticias que había creado Juan Perón y en la que el propio Guevara había trabajado en México. El proyecto fue aprobado y Cuba creó la agencia Prensa Latina, aún existente, cuyo primer director fue el propio Masetti y en la que trabajarían intelectuales como Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh, etc.

El 7 de mayo de 1959 se aprobó la ley de reforma agraria y de creación del INRA. Poco después, el 22 de mayo, el Che Guevara se casó con Aleida March y el 12 de junio salió en el primero de sus viajes diplomáticos internacionales, con el fin de abrir nuevos mercados para el azúcar, producto fundamental de la economía cubana, por entonces dependiente de forma casi exclusiva del mercado norteamericano. Entre los destinos de su viaje visitó países y líderes que estaban impulsando experiencias de cambios sociales profundos, que luego constituirían lo que dio en llamarse el movimiento del Tercer Mundo, entre ellos Egipto, donde se reunió con el general Gamal Abdel Nasser; Indonesia, donde se entrevistó con Sukarno; India, donde conoció a Jawaharlal Nehru y Yugoslavia, con Josip Broz Tito. Entre otros importantes resultados del viaje, Cuba estableció relaciones comerciales con la Unión Soviética que finalmente se comprometió a comprar medio millón de toneladas de azúcar. En ese entonces la cuota cubana en el mercado estadounidense era de casi 3 millones de toneladas.

Durante ese viaje le escribió a su madre una interesante reflexión introspectiva:

Algo que realmente se ha desarrollado en mí es la sensación de lo masivo en contraposición con lo personal; soy el mismo solitario que era, buscando mi camino sin ayuda personal, pero ahora poseo el sentido de mi deber histórico. No tengo hogar ni mujer ni hijos ni padres ni hermanos ni hermanas, mis amigos son mis amigos en tanto piensen políticamente como yo y sin embargo estoy contento, siento algo en la vida, no solo una poderosa fuerza interior, que siempre sentí, sino también el poder de inyectarla a los demás y el sentido absolutamente fatalista de mi misión que me despoja del miedo.

Polarización interna y acercamiento a la URSS

La situación se polarizó rápidamente. Inmediatamente después de la caída de Batista comenzaron a organizarse actividades militares y terroristas contra el nuevo gobierno, así como la preparación de tropas para invadir Cuba. Desde 1959 el dictador Trujillo en la República Dominicana apoyaba un ejército guerrillero denominado Legión Anticomunista del Caribe con el plan de invadir Cuba. En Estados Unidos la CIA comenzó a organizar sabotajes e impulsar la organización de grupos guerrilleros anticastristas sobre la base de ex funcionarios de Batista, como La Rosa Blanca, y la creciente cantidad de exiliados cubanos opuestos a las medidas cada vez más radicales y procomunistas de la Revolución Cubana.

En septiembre de 1959 el Che Guevara fue designado para organizar el Departamento de Industrialización del INRA, que se convertiría al año siguiente en Ministerio de Industria. Poco después, el 26 de noviembre de 1959, ante la renuncia y huida de la mayoría de los especialistas, fue nombrado como presidente del Banco Nacional. Curiosamente, firmó los billetes emitidos durante su gestión únicamente con su apodo "Che". El 20 de febrero de 1960 se creó la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN), cuyo principal promotor fue Guevara y que establecía la planificación centralizada en Cuba.

Desde sus cargos económicos el Che Guevara impulsó la nacionalización de empresas nacionales y extranjeras y sectores claves de la economía, la planificación centralizada y el trabajo voluntario. Guevara buscó también desarrollar la industria pesada mediante la industria siderúrgica, con el fin de romper la especialización económica y la dependencia del azúcar. Contó con el apoyo de un grupo de jóvenes que se formaron como especialistas con él, desde que la Columna 8 se encontraba en Escambray, entre los que se destacó Orlando Borrego, su viceministro, quien habría de ocupar altos cargos económicos en el futuro. Apoyó también la supresión de la autonomía universitaria, una de las principales banderas del movimiento latinoamericano de la Reforma Universitaria.

El 28 de julio de 1960, ante el Primer Congreso de Juventudes Latinoamericanas, realizado en La Habana, el Che sostuvo un concepto que luego desarrollaría ampliamente: la idea del «hombre nuevo socialista», al que concebía como un nuevo tipo humano que se desarrollaría a la par del socialismo, y en el que el sentimiento de solidaridad y compromiso con la sociedad se impondría al interés y egoísmo personal. El trabajo voluntario era para él una expresión fundamental del hombre nuevo. Él personalmente dedicaba todos los sábados al trabajo voluntario, en las líneas de producción de las fábricas, la zafra, como obrero en las obras de construcción, y promovía esa actitud entre los demás funcionarios, los que no siempre recibieron de buena gana su austeridad y su propuesta de dar ejemplo con el comportamiento personal.

Una de las características por las que se destacó el Che Guevara en la función pública fue una estricta austeridad y la falta de privilegios para él y su familia que insistió en extremar. Por ejemplo, cuando fue designado presidente del Banco Nacional, renunció a los 2.000 pesos que le correspondían por el cargo, manteniendo solo su salario de comandante, que era de 250 pesos. Cuando sus padres lo visitaron en Cuba en 1959, él les puso un automóvil a su disposición pero les comunicó que debían pagar la gasolina. No llevaba a su esposa en los viajes internacionales y prohibía al personal militar bajo sus órdenes que concurrieran a cabarets, prostíbulos y cualquier fiesta que no obedeciera estrictamente a las necesidades de la misión.

El 7 de noviembre de 1960 el Che Guevara viajó durante dos meses por los países comunistas: Checoslovaquia, Unión Soviética, China, Corea y Alemania Democrática. En la Unión Soviética fue invitado a compartir con el primer ministro Nikita Jrushchov y el resto del Soviet Supremo la tribuna principal en el desfile de celebración del aniversario de la Revolución Rusa, lo que constituía un hecho excepcional.

El embajador de la Unión Soviética en Cuba lo recuerda así:

Era un personaje altamente organizado; no tenía en ese sentido nada de latinoamericano, era más bien alemán. Puntual, exacto, era asombroso para todos los que han conocido América Latina.

El viaje fue muy exitoso y tanto la Unión Soviética como China se comprometieron a comprar la mayor parte de la zafra cubana. En China conoció a Mao Zedong y Zhou Enlai. En Alemania Democrática conocería a Tamara Bunke, una argentina-alemana, que poco después se trasladaría a Cuba y que integraría más adelante la guerrilla del Che en Bolivia, con el nombre de "Tania". Pero por encima de todas las cosas el viaje tuvo como resultado principal consolidar la alianza entre Cuba y la Unión Soviética. Un informe de inteligencia del Departamento de Estado de los Estados Unidos evalúa el resultado del viaje de Guevara del siguiente modo:

Cuando finalizó la visita, Cuba tenía acuerdos comerciales financieros, además de vínculos culturales, con todos los países del bloque, relaciones diplomáticas con todos menos Alemania Oriental y acuerdos de asistencia científica y técnica con todos menos Albania.

Confrontación con Estados Unidos

El 3 de enero de 1961, en una de las últimas medidas de su gobierno antes de entregar el poder a John F. Kennedy, el presidente Eisenhower cortó las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. El enfrentamiento abierto era inminente.

El 17 de abril de 1961 se produjo la Invasión de Bahía de Cochinos desde Nicaragua, donde fueron despedidos y arengados por el dictador Luis Somoza Debayle, por parte de un ejército de 1.500 hombres mayoritariamente cubanos, entrenados en Guatemala, utilizando buques de la United Fruit Company, con apoyo abierto de la CIA. Al día siguiente era evidente que el ejército cubano había controlado la situación. La CIA le pidió entonces al presidente Kennedy, quien había asumido menos de tres meses antes, la intervención abierta de Estados Unidos con la Fuerza Aérea, pero este se negó. Por esta razón la comunidad cubana anticastrista en Estados Unidos sostuvo públicamente que el presidente Kennedy era un traidor.

Cuatro meses después Kennedy propuso una Alianza para el Progreso en la reunión de la OEA en Punta del Este, un inédito plan de ayuda masiva para el desarrollo de los países latinoamericanos. Es obvio que fue la Revolución Cubana y el apoyo que le demostraba la población lo que impulsó a Estados Unidos a promover un plan cuyo objetivo declarado era reducir la pobreza y las desigualdades en el subcontinente. Cuba, representada en la ocasión por el Che Guevara, no se opuso en principio al plan norteamericano, pero sostuvo que era necesario primero que Estados Unidos permitiera el libre comercio de los productos latinoamericanos, eliminara los subsidios proteccionistas a sus productos, y que se promoviera la industrialización de América Latina.

En oportunidad de ese viaje, Guevara se reunió con los presidentes democráticos de la Argentina, Arturo Frondizi, y de Brasil, Janio Quadros. Los dos presidentes fueron derrocados poco después en sendos golpes militares apoyados por Estados Unidos y en ambos casos, la reunión con el Che fue uno de los argumentos utilizados por los militares golpistas.

El fracaso de la Invasión de Bahía de Cochinos causó el despido del director de la CIA, Allen Dulles, y su reemplazo por John McCone. En noviembre de 1961 la CIA estableció un gigantesco programa llamado "Operación Mangosta", dirigido por Edward Lansdale, con el fin de organizar actos de sabotaje, terrorismo, asesinatos de los líderes cubanos, ataques militares e infiltraciones que desestabilizaran al gobierno cubano y lo llevaran al colapso para octubre de 1962. La ofensiva de aislamiento contra Cuba avanzó en enero de 1962 cuando los países americanos tomaron la decisión de excluirla de la OEA.

Como respuesta, a fines de junio de 1962, la Unión Soviética y Cuba tomaron la decisión de instalar misiles atómicos en Cuba, lo que entendían era el único modo de disuadir a Estados Unidos de invadir Cuba, además de suponer para las relaciones soviético-estadounidenses un paso más en la Guerra Fría (en agosto de 1961 se había construido el muro de Berlín, en febrero de 1962 se había producido el novelesco intercambio de prisioneros consecuencia del caso del avión espía U-2, y proseguía la implicación norteamericana en el conflicto de Vietnam). El Che Guevara tuvo una participación activa en la elaboración del tratado entre Cuba y la Unión Soviética, viajando allí a fines de agosto para cerrarlo. El hecho llevaría a la llamada crisis de los misiles de Cuba que puso al mundo al borde de la guerra nuclear y finalizaría con un dificultoso acuerdo entre Kennedy y Jruschov, presionados ambos por los sectores belicistas de sus respectivos países, por el cual Estados Unidos se comprometió a no invadir Cuba y retirar los misiles que tenía instalados en Turquía apuntando a la Unión Soviética, y ésta a retirar los misiles cubanos.

El 4 de diciembre de 1962 el diario socialista británico Daily Worker publicó una entrevista al Che Guevara realizada por Sam Rusell. Allí expresó crudamente su molestia por el acuerdo entre Kennedy y Jruschov declarando:

Si los cohetes hubieran permanecido, los hubiéramos usado todos y dirigido hacia el corazón mismo de los Estados Unidos, incluyendo Nueva York, en nuestra defensa contra la agresión. Pero no los tenemos, así que pelearemos con lo que tenemos.

Internacionalización de la revolución

El Che Guevara siempre tuvo un pensamiento fuertemente internacionalista. No solo era partidario de que se abrieran nuevas experiencias guerrilleras en otras partes del mundo, sino que pensaba que solo generalizando la lucha armada en América Latina, Asia y África sería posible derrotar al imperialismo. Guevara discrepaba abiertamente con la estrategia de coexistencia pacífica que proponía la Unión Soviética y él mismo se veía combatiendo en otras revoluciones.

Desde el mismo momento en que la Revolución Cubana tomó el poder, el Che comenzó a organizar y promover experiencias guerrilleras en América Latina, destacándose las que se abrieron en Guatemala, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Todas ellas fracasaron, pero en algunos casos sentaron las bases de futuros movimientos guerrilleros, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua y los Tupamaros en Uruguay.

Esta posición llevó a un fuerte enfrentamiento del Che Guevara con los partidos comunistas de América Latina, que en general no aprobaban la estrategia de lucha armada generalizada que aquel proponía.

En realidad el Che Guevara deseaba fervientemente iniciar la lucha armada en su país natal. En 1963, luego de un extenso entrenamiento en Cuba, envió a un grupo guerrillero a la Argentina. Estaba dirigido por Jorge Masetti, el periodista peronista que había dirigido la agencia Prensa Latina y que debió renunciar a la misma debido a su enfrentamiento con el partido comunista cubano (PSP). El grupo se instaló en la provincia de Salta, bajo el nombre de Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), con apoyos en Bolivia, Córdoba y Buenos Aires. Masetti llevaba el grado de Comandante Segundo, reservando el grado de Comandante Primero para Guevara. Luego de enviarle una carta al presidente democrático Arturo Illia anunciando su decisión de iniciar la lucha armada, el grupo fue sufriendo diferentes complicaciones que lo llevaron a un colapso completo en 1964. Algunos de sus miembros murieron en combate, como el cubano Hermes Peña, uno de los hombres del círculo íntimo de Guevara; otros fueron detenidos y Masetti desapareció en la selva sin dejar rastros.

En ese contexto, en algún momento entre el 17 de marzo y el 17 de abril de 1964 el Che Guevara se reunió con Juan Domingo Perón en la casa que este último habitaba en su exilio en Madrid. El encuentro ha sido mantenido en el mayor de los secretos y solo ha podido conocerse recientemente. El Che le entregó a Perón fondos para apoyar su retorno a la Argentina, intento que fue impedido por el gobierno brasileño ese mismo año. Perón se habría comprometido a apoyar las iniciativas guerrilleras contra las dictaduras latinoamericanas, cosa que efectivamente hizo hasta 1973.

El fracaso guerrillero en la Argentina lo llevó a evaluar la posibilidad de participar en otros lugares distintos de su país e incluso otros continentes. En ese sentido, África comenzó a aparecer como una posibilidad adecuada.

El Che Guevara solía decirles a los futuros guerrilleros que se entrenaban en Cuba para abrir nuevos focos revolucionarios una frase que no solo impactaba fuertemente en quienes la recibían, sino que define acabadamente la actitud que había asumido frente a la vida:

Hagan de cuenta que están muertos y que lo que viven de ahora en más es prestado.

República Democrática del Congo

A fines de 1964 el Che Guevara había decidido dejar el gobierno para encabezar el envío de tropas cubanas a otros países con el fin de apoyar los movimientos revolucionarios en marcha. África y en especial la República Democrática del Congo, donde Patrice Lumumba había sido asesinado en 1961 con participación de la CIA, y en la que una guerrilla rebelde apoyada desde Tanzania estaba actuando, le pareció una causa apropiada para intervenir. La República Democrática del Congo, ubicada en el centro del Africa y con fronteras con nueve países, se le aparecía al Che como un gigantesco «foco» desde el que se podría irradiar la revolución a todo el continente.

A principios de 1965 le escribió una famosa carta a Fidel Castro renunciando a todos sus cargos y a la nacionalidad cubana y anunciando su partida hacia «nuevos campos de batalla». Es en esa carta donde aparece, en la firma, la frase «hasta la victoria siempre», ampliamente difundida desde entonces. La carta fue leída por Castro durante el Primer Congreso del Partido Comunista Cubano y retrasmitida a través de la televisión en octubre de ese mismo año, causando una enorme sensación, tanto dentro como fuera de Cuba (ver carta en Wikisource). Para entonces el Che Guevara había desaparecido de la vida pública y su paradero era desconocido.

El 19 de abril llegó bajo la identidad falsa de Ramón Benítez a la ciudad de Dar es Salaam en Tanzania, presidida entonces por el líder anticolonialista Julius Nyerere, desde donde se organizaría el apoyo cubano a los rebeldes congoleños. Cuba había decidido apoyar la lucha del Comité Nacional de Liberación (CNL) del Congo. El año anterior, el CNL había logrado establecer por pocos meses, una zona liberada bajo el nombre de República Popular del Congo con capital en Stanleyville (hoy Kisangani) y en ese momento mantenía un gobierno en el exilio dirigido por Cristophe Gbenye y luchaba por mantener el control sobre una amplia zona en la región oriental del país, en la frontera con Tanzania y Burundi, sobre el Lago Tanganika. El Che Guevara mantuvo contacto directo con Laurent-Désiré Kabila por entonces un líder militar de segundo rango.

El Che se presentó a combatir en el Congo sin previo aviso a ninguno de los líderes rebeldes, acto que fue mal recibido por estos, por las implicancias internacionales. Por otra parte, Guevara se instalaría en la zona de combate, mientras que los líderes militares congoleños casi no iban al frente de batalla y permanecían la mayor parte del tiempo en la ciudad de Dar es Salaam, en Tanzania.

La participación cubana en la rebelión congoleña fue una experiencia desastrosa. Los cuadernos redactados por Guevara comienzan con la siguiente frase:

Esta es la historia de un fracaso.

La falta de conocimiento del idioma swahili y las costumbres, las múltiples fracciones internas y externas de los grupos revolucionarios, la desorganización y falta de disciplina de las tropas, y finalmente el cese del apoyo de Tanzania, llevaron a una derrota tras otra. De ese modo, el Che, al mando de 120 cubanos, entre ellos algunos de su círculo íntimo, como Carlos Coello (Tuma) y Harry Villegas (Pombo), se vio obligado a ordenar una retirada de emergencia cuando el Ejército de Liberación del Congo decidió abandonar la lucha y las tropas de mercenarios blancos que apoyaban al gobierno habían ocupado la mayor parte del territorio liberado y se disponían a tomar la base y hacerlos prisioneros. Durante la campaña que duró nueve meses murieron seis guerrilleros cubanos y, finalmente tras el abandono de la lucha por parte de los congoleños, Guevara debió retirarse en una situación que calificó de vergonzosa el 20 de noviembre de 1965. Él mismo le envió un mensaje a Nyerere quejándose por el cese del apoyo de Tanzania que decía:

Cuba ofreció ayuda sujeta a la aprobación de Tanzania, ésta aceptó y la ayuda se hizo efectiva. Era sin condiciones ni límites de tiempo. Comprendemos las dificultades de Tanzania hoy, pero no estamos de acuerdo con sus planteamientos. Cuba no retrocede de sus compromisos ni puede aceptar una fuga vergonzosa dejando al hermano en desgracia a merced de los mercenarios.

En una de sus últimas anotaciones en los cuadernos del Congo dice:

No hubo un solo rasgo de grandeza en esa retirada.

Tres días después de que Guevara abandonara el Congo Joseph Mobutu tomaba el poder mediante un golpe de Estado instalando una dictadura que duraría treinta años. En 1996, Laurent-Désiré Kabila, el líder guerrillero que asesorara el Che en el Congo, conduciría una rebelión armada que lo llevaría a derrocar a Mobutu.

*Fuente en francés sobre la actuación del Che Guevara en el Congo: Le Che au Congo en 1965 (par Jean-Luc Chavanieux)

Entre África y Bolivia

Luego de la retirada del Congo, el Che se ocultó varias semanas en la embajada cubana en Tanzania donde aprovechó para escribir su memoria de la fracasada experiencia que luego se publicaría en 1999 como Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo.

Con posterioridad se trasladó a Praga donde permaneció por cinco meses en una casa de seguridad del servicio secreto cubano. Se trata de uno de los períodos menos conocidos de su vida en los que analizó sus próximos pasos que lo llevarían a iniciar la acción guerrillera en Bolivia. Algunos de sus biógrafos consideran que es altamente probable que haya estudiado y escrito mucho, pero hasta 2006 no había certeza de que existan los supuestos cuadernos de Praga. Sin embargo de este período datan las anotaciones y comentarios al manual oficial soviético sobre Economía política, con gran variedad de críticas y reformulaciones del llamado socialismo científico. Estos textos fueron considerados una herejía y aún permanecen en su mayor parte inéditos.

Luego de analizar varias opciones, el Che Guevara con apoyo de Fidel Castro decidió establecer un "foco" guerrillero en Bolivia, un país que estando en el corazón de Sudamérica y limitando con Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay, permitía extender con facilidad la guerra de guerrillas a todo el subcontinente, sobre todo a su país natal.

El 21 de julio de 1966 el Che volvió secretamente a Cuba. Allí se reunió con Fidel Castro, su esposa, Orlando Borrego y el grupo de guerrilleros que lo acompañaría a Bolivia. El 2 de noviembre, sin revelar su identidad, vio por última vez a sus hijos, con excepción de Hildita, la mayor, debido a que podría reconocerlo.

Bolivia

En 1966 Bolivia estaba gobernada por una dictadura dirigida por el General René Barrientos, que había derrocado al Presidente Víctor Paz Estenssoro y puesto fin a la Revolución de 1952, de tendencia nacionalista-popular, impulsada por el MNR.

El 7 de noviembre de 1966, día en que comienza su Diario de Bolivia, Ernesto Guevara se instaló en una zona montañosa y selvática ubicada cerca del río Ñancahuazú, en el sudeste del país, donde las últimas estribaciones de la Cordillera de los Andes se unen con la región del Gran Chaco.

El grupo guerrillero estable estaba integrado por 16 cubanos, entre ellos muchos de los hombres de su círculo íntimo, 26 bolivianos, 3 peruanos y 2 argentinos. En total 47 combatientes de los cuales Tania era la única mujer, aunque en el grupo de apoyo desempeñó también un importante papel Loyola Guzmán quien resultó detenida y torturada. Tomaron el nombre de Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN) con secciones de apoyo en Argentina, Chile y Perú.

El 11 de marzo de 1967 dos desertores fueron detenidos poniendo sobre aviso al gobierno, que, ese mismo día, solicitó la cooperación de Estados Unidos y organizó un sistema de inteligencia coordinado con Argentina, Brasil, Chile, Perú y Paraguay.

El 23 de marzo comenzaron los enfrentamientos armados: el ELN copó una unidad militar y mató a siete soldados. Poco después dejaron el campamento para escapar del cerco que comenzó a formar el ejército boliviano. El 3 de abril Guevara dividió sus fuerzas, poniendo a Juan Acuña Nuñez (Vilo» o «Joaquin) al mando de la segunda columna. Ambos grupos se perdieron y no volverían a encontrarse.

En sucesivas escaramuzas fueron muriendo sus hombres: Jesús Suárez Gayol, Jorge Vazquez Viaña (Loro), a quien dieron por desaparecido, y Eliseo Reyes, que lo acompañaba desde Sierra Maestra.

El 20 de abril el ELN sufrió un duro golpe al ser capturados dos miembros de la red de apoyo, Regis Debray y Ciro Bustos, cuando intentaban dejar la zona. Ambos fueron torturados y terminaron brindando información clave. Los actos de Debray y Bustos, bajo tortura, como también, por otro lado, la inacción de Mario Monje, secretario general del Partido Comunista de Bolivia, que debió haber ofrecido apoyo logístico, han sido muy discutidos.

En ese momento escribió su Mensaje a los Pueblos del Mundo que fue leído en la reunión de la Tricontinental (Asia, África y América Latina), y que contiene sus afirmaciones más radicales y contundentes, proponiendo una guerra mundial abierta contra Estados Unidos, en abierta contradicción con la «coexistencia pacífica» que sostenía por entonces la Unión Soviética y los partidos comunistas latinoamericanos dentro del marco conceptual de la Guerra Fría. Guevara encabezó ese documento con una de sus frases más recordadas:

Crear dos, tres... muchos Vietnam, es la consigna.

El texto del documento está referido a las guerras limitadas que se generaron en todos los continentes desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, señalando la extrema crueldad que los Estados Unidos estaba aplicando el Vietnam y como, a pesar de que el pueblo de Vietnam estaba luchando solo, la superpotencia norteamericana se encontraba "empantanada". Guevara concluye entonces que el imperialismo utiliza la guerra como chantaje y que la respuesta de los pueblos debería ser no temer la guerra. El Che continua diciendo en el documento que, bajo la consigna "no permitiremos otra Cuba", los Estados Unidos estaban afirmando que estaban dispuestos a una cruenta intervención generalizada con el fin de evitarlo. Analiza luego las intervenciones en cada continente, para concluir que en América Latina estaba madurando una rebelión, que adquiriría carácter continental. Guevara advierte entonces que la liberación no sería permitida por Estados Unidos pacíficamente, y que no había que hacerse ilusiones, ya que se trataría de una guerra larga, en la que "la represión irá buscando víctimas fáciles", masacrando a la población campesina o bombardeando ciudades. Debido entonces que los pueblos eran empujados a la lucha, no había más remedio que prepararse para ella. Sostiene que las oligarquías utilizarían "toda la capacidad de represión, toda la capacidad de brutalidad y demagogia", y que la primera tarea sería sobrevivir y prepararse espiritualmente para "resistir represiones mas violentas". Propone entonces recurrir al odio como "factor de lucha" para soportar esas agresiones y poder "galvanizar el espíritu nacional", sosteniendo que "un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal". Advierte entonces que luego, habrá que llevar la guerra también a los países agresores, y que seguramente eso los haría más bestiales pero también minaría su moral. Y termina sosteniendo que todas las luchas populares del mundo deberían unirse: "toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica".

En junio y julio el ELN perdió siete hombres más: Casildo Condori, Antonio Sánchez Díaz, Carlos Coello (Tuma), Julio Velazco, Serapio Aquino, Raúl Quispaya y Martínez Tamayo (Papi).

El 1 de agosto la CIA envió dos agentes para sumarse a la caza del Che Guevara: los cubano-norteamericanos Gustavo Villoldo y Félix Ismael Rodríguez. El 31 de agosto el ejército emboscó a la segunda columna en Vado del Yeso, cuando cruzaban el río, de resultas del cual todos menos uno, morirían: "Vilo" Acuña, Tania, Apolinar Aquino, Walter Arencibia, Moisés Guevara, Gustavo Machín, Freddy Maymura, Israel Reyes y Restituto Cabrera. Sus cuerpos fueron expuestos primero como trofeos y luego enterrados clandestinamente.

Luego de dar un gran rodeo y tomar Samaipata por una horas, la primera columna había quedado aislada y con la salida hacia el Río Grande bloqueada, lo que les obligó a subir la montaña en dirección a La Higuera. El 26 de septiembre entraron al pequeño caserío de La Higuera y, al salir, la vanguardia fue emboscada muriendo tres de ellos (Coco Peredo, Mario Gutiérrez y Manuel Hernández).

El Che Guevara en Bolivia

Los 17 sobrevivientes escaparon trepando aún más y el 7 de octubre comenzaron a bajar hacia el río. Esa noche Ernesto Guevara hizo la última anotación en su diario:

OCTUBRE 7. Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12.30 hora en que una vieja, pastoreando sus chivas entró en el cañón en que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer no ha dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo que no sabe, que hace tiempo que no va por allí. Sólo dio información sobre los caminos; de resultados del informe de la vieja se desprende que estamos aproximadamente a una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas 2 de Pucará. A las 17.30, Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y una medio enana; se le dieron 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de sus promesas. Salimos los 17 con una luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estábamos, que no tiene casas cerca, pero sí sembradíos de papa regados por acequias del mismo arroyo. A las 2 paramos a descansar, pues ya era inútil seguir avanzando. El Chino se convierte en una verdadera carga cuando hay que caminar de noche.

El Ejército dio una rara información sobre la presencia de 250 hombres en Serrano para impedir el paso de los cercados en número de 37 dando la zona de nuestro refugio entre el río Acero y el Oro.

La noticia parece diversionista. h-2,000 ms.

El 8 de octubre fueron sorprendidos en la Quebrada del Yuro. El Che Guevara ordenó dividir el grupo en dos, enviando a los enfermos delante y quedándose con el resto a enfrentar las tropas del gobierno. Harry Villegas (Pombo), uno de los cinco sobrevivientes, cuenta así ese momento crítico:

Yo pienso que él pudo escapar. Pero traía un grupo de gente enferma que no se podía desplazar a la misma velocidad que él. Cuando el ejército comienza la persecución, decide pararse y dice a los enfermos que sigan. Entretanto el cerco se va cerrando. Sin embargo, los enfermos logran salir. O sea el enemigo fue más lento que los enfermos. A los que venían en la persecución directa, el Che los aguanta. Cuando él va a continuar, el cerco se cerró y entonces se produce el enfrentamiento directo. Pero si él hubiese salido con los enfermos, se habría salvado.

Luego de tres horas de combate Guevara resultó herido levemente en una pierna y capturado con Simeón Cuba (Willy), mientras que tres de sus hombres perdieron la vida: Rene Martínez Tamayo, Orlando Pantoja (Olo) y Aniceto Reinaga. Alberto Fernández Montes de Oca fue malherido y murió al día siguiente. También al día siguiente sería capturado Juan Pablo Chang (el Chino). Otros cuatro guerrilleros fueron perseguidos y murieron en el Combate de Cajones, cuatro días después: Octavio de la Concepción de la Pedraja (Moro), Francisco Huanca (Pablo), Lucio Garvan (Eustaquio) y Jaime Arana (Chapaco).

Los seis guerrilleros que iban adelante, Harry Villegas (Pombo), Dariel Alarcón (Benigno), Leonardo Tamayo (Urbano), Inti Peredo, David Adriazola (Darío) y Julio Mendez Korne (Ñato) lograron escapar. El ejército los persiguió abatiendo a Ñato, pero los cinco restantes lograron finalmente salir de Bolivia hacia Chile.

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